Es una rara sensación y desde luego no creo que sea propia de alguien que está en su casa, con su familia y que aunque no puedo salir a la calle con asiduidad al menos si asomarme a ver el sol (hoy entre nubes) o a respirar el aire de la recien llegada primavera.
Mañana voy a Mérida a la SS (no seais mal pensados) la Seguridad Social, allí es donde ahora hacen las litrocias a los que como yo tenemos piedras en las entrañas -joe que mal suena- vamos en el ureter si quereis que sea más preciso, y la verdad me siento como un preso a la espera de juicio para que me conmuten la condena...
Entre las mil y una sensaciones tengo el regusto triste de ser quizá demasiado quejica, "anda que no hay cosas peores y gente que sufre sin perder el ánimo, ni la sonrisa". Tampoco tengo derecho a quejarme a no ser por el castigo que le estoy dando a los mios y la ansiedad que siento, mezclada con impotencia, por las cientos de cosas que siguen apuntadas en la lista de temas por culminar.
Sueño con que mañana todo saldrá bien y que podré liberarme de la piedra, el cateter que me atraviesa el costado hasta el riñón y la maravillosa bolsa que acumula mi aguita amarilla.
Miro los ojos de mi hija Eva y entiendo su prisa por acceder al mundo de los otros, los que hablan, corren o juegan sin trabas y sin taras, ella como yo también sueña con que llegue el día de su libertad.
Mañana voy a Mérida a la SS (no seais mal pensados) la Seguridad Social, allí es donde ahora hacen las litrocias a los que como yo tenemos piedras en las entrañas -joe que mal suena- vamos en el ureter si quereis que sea más preciso, y la verdad me siento como un preso a la espera de juicio para que me conmuten la condena...
Entre las mil y una sensaciones tengo el regusto triste de ser quizá demasiado quejica, "anda que no hay cosas peores y gente que sufre sin perder el ánimo, ni la sonrisa". Tampoco tengo derecho a quejarme a no ser por el castigo que le estoy dando a los mios y la ansiedad que siento, mezclada con impotencia, por las cientos de cosas que siguen apuntadas en la lista de temas por culminar.
Sueño con que mañana todo saldrá bien y que podré liberarme de la piedra, el cateter que me atraviesa el costado hasta el riñón y la maravillosa bolsa que acumula mi aguita amarilla.
Miro los ojos de mi hija Eva y entiendo su prisa por acceder al mundo de los otros, los que hablan, corren o juegan sin trabas y sin taras, ella como yo también sueña con que llegue el día de su libertad.
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