Sobre Ruedas ó a Muletazos

¿Es complicada la vida?, quizá sólo es cuestión de adaptarse.
Aquel niño que fuí así lo hizo, tuvo que enfrentarse
a un mundo con barreras, en el que no podía jugar al fútbol, ni bailar.

Si no puedes correr con tus amigos los niños, aprende a expresar lo que sientes, hazte amigo de las niñas y canta canciones en lugar de tirar piedras o gritar.

Aprende a sobrevivir, a muletazos, jajajaja.

sábado, 28 de marzo de 2009

Interesarse por los enfermos...


Aunque han pasado miles, quiza millones, de años desde que en la tierra comenzaron a gestarse los primeros signos de vida (tras la explosión del Big Bang) creo que alguna conexión dentro de mi -estoy seguro que alguna vez también lo habéis sentido- me hace necesitar vitalmente necesitar sentir de cerca el mar y dejarme acariciar por el sol, donde todo comenzó.
No creais que yo soy de esas personas que necesitan broncearse para sentirse mejor, nada más lejos, pero vitalmente me asalta de vez en cuando esa necesidad y hoy es uno de esos días.
No salió del todo bien la prueba que esperaba para me dieran la condicional y pudiese abandonar definitivamente mi encierro, aunque quiero pensar que algo si que he mejorado y que mi piedra en el riñón acabará mandandome otro mail, como el del anuncio de la tele, diciendo que ahora es más pequeñita, jajajaja.
Es curioso que algunos amigos piensen que es mejor no llamar en estos momentos para no dar la lata, cuando precisamente es cuando más los necesitas. Despues de esta historia ya he cambiado de parecer y a partir de ahora agobiaré a mis amigos enfermos y los llamaré todos los días y que sean ellos mismos los que me digan "dejame en paz, capullo" pero que no sientan que han dejado de importarme porque ya no están en el día a día.

martes, 24 de marzo de 2009

Soñando con la libertad



Es una rara sensación y desde luego no creo que sea propia de alguien que está en su casa, con su familia y que aunque no puedo salir a la calle con asiduidad al menos si asomarme a ver el sol (hoy entre nubes) o a respirar el aire de la recien llegada primavera.
Mañana voy a Mérida a la SS (no seais mal pensados) la Seguridad Social, allí es donde ahora hacen las litrocias a los que como yo tenemos piedras en las entrañas -joe que mal suena- vamos en el ureter si quereis que sea más preciso, y la verdad me siento como un preso a la espera de juicio para que me conmuten la condena...
Entre las mil y una sensaciones tengo el regusto triste de ser quizá demasiado quejica, "anda que no hay cosas peores y gente que sufre sin perder el ánimo, ni la sonrisa". Tampoco tengo derecho a quejarme a no ser por el castigo que le estoy dando a los mios y la ansiedad que siento, mezclada con impotencia, por las cientos de cosas que siguen apuntadas en la lista de temas por culminar.
Sueño con que mañana todo saldrá bien y que podré liberarme de la piedra, el cateter que me atraviesa el costado hasta el riñón y la maravillosa bolsa que acumula mi aguita amarilla.
Miro los ojos de mi hija Eva y entiendo su prisa por acceder al mundo de los otros, los que hablan, corren o juegan sin trabas y sin taras, ella como yo también sueña con que llegue el día de su libertad.

Que importante es la salud


Parece una perogrullada pero es que me pillais ahora, además de con lo mío, con las secuelas de un cólico de riñón que no me deja salir de casa y me tiene atado mediante un cateter y una bolsa a la cama y si acaso a mi silla de ruedas.
A veces te arrepientes en la vida de esos pensamientos fugaces que te vienen a la mente, como una liberación, y coño luego van y se cumplen. Porque yo no sé si os pasa a vosotros, pero a mi se me cumplen.
Me refiero a cuando estás estresado, sin tiempo para disfrutar, ni leer, o hacer lo que te gusta, y los días pasan como si fuesen horas, de obligación en obligación y parece que no eres tú el que llevas el control. En una de estas llegas a pensar... "Si me diera una gripe o algo leve, que pudiese estar en la cama y leer y escuchar la radio y..."
Llevo casi un mes en el dique seco y no sólo echo de menos la vida frenetica de antes, sino que los dolores del cólico primero y las molestias de una sonda atravesando mi riñón despues, no me han dejado disfrutar de este tiempo sabático.
Al final te das cuenta que el móvil suena menos, que las cosas que pensabas que si tu no las haces no las haría nadie acaban saliendo y que no eres tan insustuible como pensabas. Sólo los tuyos siguen acordandose de ti y sólo tu compañera es capaz de aguantarte y de cuidarte en estos momentos.
Ojalá sea capaz de hacer la reflexión correcta y no caiga de nuevo en la rutina cuando los médicos me devuelvan la libertad y pueda salir de casa.
Que bonita es la vida, que importante es la familia, que poco sabemos apreciarlo.

sábado, 21 de marzo de 2009

A muletazos por la vida


Tampoco os vayais a pensar, ni mucho menos que soy una especie de "cojo manteca" que me voy vengando, en el patrimonio urbanistico, por mis traumas infantiles.
El titulo de "a muletazos" viene por la acción de impulsarme, metro a metro para avanzar, con la ayuda de mis muletas.
Así me he visto obligado a recorrer el mundo buena parte de los años con los que cuento y ahora, un poco más cascado y quizá no sólo por los años, sino también por los kilos, acomodado en una silla de ruedas y pocas veces de pie.
Mi amigo Vicente, el vendedor de cupones valenciano al que podeis ver cada mañana en la puerta del Corte Inglés de Badajoz, siempre contesta cuando le preguntan ¿como vás? con un simpatico "sobre ruedas" que acompaña con una sonrisa y una mirada burlona que predispone al buen royo y a la amistad.
Cómo él yo también aprendí la máxima de alguna cita célebre de Santa Teresa que aconseja que para practicar la humildad hay que empezar aprendiendo a reirse de uno mismo.
No sé si servirá para algo o sólo como una manera de desahogo o de reflexión estos escritos a través de este blog, que sinceramente aún no tengo claro si llegaré a hacer público en alguna ocasión.